Existen muchas enfermedades silenciosas que sólo manifiestan molestias en etapas avanzadas, razón suficiente para realizar un chequeo médico preventivo una vez al año, indicación que se recomienda a partir de los 18 años.
Así lo explica el doctor Gonzalo Alarcón, jefe del Departamento Medicina Preventiva de Clínica Alemana, quien señala que la idea es realizar evaluaciones periódicas de salud con el objetivo de detectar enfermedades en etapa inicial o factores de riesgo, como sedentarismo, tabaquismo y alimentación inadecuada. “El diagnóstico precoz de patologías y la promoción de estilos de vida saludables permiten disminuir la morbilidad y mortalidad por enfermedades frecuentes”, enfatiza.
La mayoría de estos problemas de salud y estilos de vida inadecuados no producen ningún síntoma en las etapas iniciales, por lo que la mayoría de las personas se encuentra asintomática.
¿Cada cuánto es aconsejable realizar un chequeo médico preventivo?
En general, debe realizarse una vez al año o bianualmente, aunque la regularidad depende de la edad y los factores de riesgo que tenga el paciente. Hay exámenes que deben hacerse anualmente como la mamografía en mujeres mayores de 40 años o el antígeno prostático en hombres de más de 45.
¿A quiénes está dirigido?
Como su nombre lo dice, los chequeos médicos preventivos están orientados a personas “sanas” o que tienen factores de riesgo como antecedentes familiares de problemas cardiovasculares, colesterol alto o cáncer. También para quienes tienen estilos de vida que aumentan los factores de riesgo, como tabaquismo, sedentarismo y dieta inadecuada, entre otras cosas.
La medicina preventiva no está enfocada a enfermos crónicos, ya que ellos deben estar controlados por un especialista específico.
¿Qué exámenes debe contener un chequeo médico completo?
Deben realizarse exámenes de acuerdo a la edad, factores de riesgo del paciente y la historia de salud individual para pesquisar alguna patología específica. El chequeo incluye un hemograma, VHS, glicemia en ayuna, función renal, ácido úrico, pruebas hepáticas, perfil lipídico, análisis de orina, radiografía de tórax y electrocardiograma.
Se debe controlar también la hipertensión arterial con una simple toma de presión en condiciones adecuadas, así como también el sobrepeso u obesidad midiendo la talla y el peso.
Finalmente, mediante una encuesta de salud se obtienen los datos que permiten conocer los antecedentes familiares, el nivel de ejercicios y el consumo de tabaco.
A los mayores de 40 años o menores pero con antecedentes de enfermedad o factores de riesgo, se agrega el electrocardiograma de esfuerzo, antígeno prostático específico y evaluación urológica.
En los mayores de 50 o menores pero con factores de riesgo, se investiga la presencia de cáncer incipiente en el colon.
¿Qué es lo más frecuente que se descubre en un chequeo de salud?
Los problemas de salud más habituales son los que constituyen los factores de riesgo cardiovascular, como sobrepeso, sedentarismo, tabaquismo, niveles de colesterol elevados, hipertensión arterial y estados de pre diabetes o diabetes.
¿Se han diagnosticado, por ejemplo, enfermedades graves como cáncer asintomático?
En dos oportunidades hemos detectado un cáncer al riñón (hipernefroma) en su etapa inicial y asintomática, lo que permitió extirpar completamente el tumor. Además, se han detectado cánceres de mama incipientes. También es relativamente frecuente el hallazgo de pólipos premalignos de colon, los que al extraerse en sus inicios se impide que evolucionen a un cáncer avanzado.
¿De qué manera puede variar el pronóstico al descubrir tempranamente una patología?
La detección de factores de riesgo que predisponen al desarrollo de enfermedades y el diagnóstico precoz de patologías -como pre diabetes, hipercolesterolemia y cánceres en etapa inicial, entre otras- permite un tratamiento oportuno y, por lo tanto, un buen pronóstico a largo plazo.